La accesibilidad en la educación: cinco estrategias

La educación de calidad ha de suponer un reto para los alumnos, aunque para algunos lo es más que para otros. Cuando en las escuelas y en las clases se pretende que los alumnos aprendan mediante un único método de enseñanza ―por ejemplo, con libros de texto o clases presenciales en formato de conferencia― es habitual que aquellos con alguna discapacidad o dificultad estén en desventaja.

El aprendizaje virtual está en auge y cada vez son más las clases que se digitalizan, por lo que hablar sobre la accesibilidad en la educación es más importante que nunca, y no solo como una solución para ayudar a las personas con discapacidades, sino en general. El diseño accesible está consiguiendo cada vez un mayor reconocimiento por ser un buen diseño.

En este artículo explicamos lo que implica la educación accesible y por qué es fundamental, y desvelamos cinco estrategias que los colegios pueden adoptar para facilitar un aprendizaje accesible.

¿Qué es la accesibilidad en la educación?

La accesibilidad en educación consiste, sencillamente, en poner la información a disposición de los alumnos y que estos puedan comprenderla y procesarla con facilidad. La educación accesible empodera a las personas con discapacidades para que desarrollen las mismas habilidades y adquieran el mismo nivel de conocimientos que el resto.

Antes, a los alumnos con dificultades de aprendizaje o discapacidades se les enviaba a una clase diferente y se les separaba de sus compañeros. Al favorecer la accesibilidad en la educación, todos esos alumnos pueden aprender en la misma clase junto al resto de sus compañeros con todos los componentes educativos, afectivos y sociales que brinda la inclusión. El sentimiento actual con respecto a la educación inclusiva es que este método es, con creces, mucho más beneficioso que el de separar a los alumnos, tanto para gestionar las dificultades de aprendizaje como para que los alumnos que tienen que afrontar esos retos puedan aprender.

Los requisitos para garantizar una educación accesible e inclusiva están en constante evolución. Las estrategias para impulsar la accesibilidad deben progresar a medida que cambian los métodos de enseñanza y que avanza la tecnología.

Por qué es cada vez más necesario integrar la accesibilidad en el aprendizaje virtual

La educación digitalizada está aumentando de forma progresiva en todos los ámbitos. Aproximadamente, hay un 63 % de alumnos de educación secundaria y un 45 % de alumnos de educación primaria que utilizan herramientas virtuales en clase a diario, entre los que se incluyen muchos matriculados en escuelas completamente virtuales, y casi un 52 % de alumnos universitarios que asisten a un curso en formato virtual.

En el ámbito corporativo, el aprendizaje virtual también se está adoptando hasta alcanzar unos niveles sin precedentes. Según los pronósticos, en 2028 el mercado del aprendizaje virtual corporativo llegará a 450 mil millones de dólares, de manera que los empleados que se han de seguir formado ya no tienen que acudir a clases físicas durante sus jornadas de educación continua.

Conforme las clases virtuales y presenciales sean más inclusivas e integradoras, el e-learning impactará significativamente en la educación accesible.

Por un lado, el aprendizaje virtual puede plantear grandes retos a los estudiantes con discapacidades, que representan el 14 % de los alumnos de la escuela pública y el 19,3 % de la población activa. Por ejemplo, los alumnos con discapacidades visuales o auditivas deben poder navegar por un entorno digital sin referencias físicas. Pero, por otro lado, el aprendizaje virtual puede favorecer la inclusión al incrementar el acceso a las tecnologías de apoyo. El e-learning permite que el software y los dispositivos estándar —que ya tienen muchos estudiantes y escuelas— sustituyan a los costosos equipos especiales.

Así pues, garantizar la accesibilidad en los entornos de aprendizaje virtual ya no es una cuestión opcional. Para evitar que los alumnos con discapacidades se queden por detrás según avanza la digitalización, el aprendizaje virtual debe diseñarse pensando en todos los alumnos. De hecho, muchos gobiernos de todo el mundo están aprobando cada vez más leyes para implantar la accesibilidad tanto en la enseñanza virtual como presencial. En España, por ejemplo, el Real Decreto 193/2023 se asegura que nadie sea excluido de educación debido a discapacidad y obliga a las instituciones educativas a adaptarse a las necesidades de todos los estudiantes.

En Estados Unidos el Proyecto A11Y, un movimiento que vela por ofrecer experiencias digitales inclusivas, está trabajando en el plano sociocultural para sensibilizar sobre las discapacidades y desestigmatizarlas. A medida que vaya cambiando nuestra percepción sobre las discapacidades para resaltar lo positivo como, por ejemplo, vincular la dislexia al pensamiento creativo, seremos testigos de una demanda creciente y constante de la accesibilidad en el aprendizaje virtual.

Conforme la población mundial continúe desplazándose y diversificándose, la accesibilidad ejercerá un papel cada vez más importante en la educación. En Estados Unidos, la población migrante se está incrementado considerablemente, por lo que el número de alumnos que tienen que aprender en una lengua diferente a su lengua materna no cesa de aumentar, al igual que las personas que estudian inglés como segunda lengua. La accesibilidad también puede empoderar a los miembros de las familias de los alumnos migrantes que no hablen con fluidez español o el resto de lenguas cooficiales y puedan así apoyar a sus hijos en las tareas.

Cinco estrategias para aumentar la accesibilidad en la educación

Los diseños accesibles en la educación son beneficiosos para todos los alumnos, no solo para los que presenten alguna discapacidad. Y esto es así sencillamente porque diseñar pensado en la accesibilidad da como resultado un buen diseño.

Al igual que las rampas accesibles pueden usarlas tanto los estudiantes que vayan en silla de ruedas como los que no, la accesibilidad en la educación posibilita que todos puedan procesar los conocimientos fácilmente. Si bien los alumnos con discapacidades pueden ser los principales beneficiarios, su progreso es solo el inicio de los logros que se pueden obtener de las clases accesibles.

A continuación, le contamos cinco estrategias que puede poner en marcha en su clase para ofrecer a todos los alumnos el mejor entorno educativo y afectivo posible.

1. Aprovechar las ventajas de la tecnología texto a voz

Algunos de los obstáculos más habituales para la accesibilidad son las dificultades de aprendizaje, las barreras lingüísticas, las discapacidades visuales y las dificultades de lectura y comprensión. En el mundo hay:

• 1000 millones de personas con discapacidades visuales (moderada, severa o ceguera);
• 773 millones de adultos analfabetos;
• 5 millones de alumnos estadounidenses que están aprendiendo inglés ya que no es su lengua materna;
• 2,3 millones de alumnos estadounidenses de la escuela pública con dificultades de aprendizaje.

Para estos alumnos, el poder aprender de manera autosuficiente lo que hay en los libros se convierte en una realidad gracias a las tecnologías como el texto a voz (TTS), pues sustituyen la lectura, una tarea difícil ―e incluso imposible― para algunos. En lugar de tener que esforzarse en pronunciar las palabras, el texto a voz les lee los contenidos para que puedan centrarse en reconocer las palabras y en comprender el texto.

En general, en torno al 30 % de las personas pueden aprender bien al escuchar los contenidos. La tecnología TTS ayuda a retener la mayoría de la información que se escucha, independientemente de si se tiene o no alguna discapacidad.

2. Favorecer diferentes necesidades de acceso al contenido

Proporcionar materiales educativos accesibles es clave para favorecer la accesibilidad en la educación.

Los materiales basados en texto han sido durante mucho tiempo la norma para las clases virtuales y presenciales, pero los docentes deben mirar más allá y enseñar de maneras muy diferentes para facilitar el aprendizaje a los alumnos con discapacidades. Además de añadir imágenes y vídeos para los alumnos que prefieren aprender a través de estímulos visuales y el texto a voz para los que prefieren aprender escuchando, o incluso escuchando mientras leen, deben considerar otros formatos como el braille, textos con letras agrandadas y otros recursos.

Aquí es donde entra en juego el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). En lugar de proponer un enfoque lineal de la educación, los colegios pueden ayudar a los alumnos a encontrar su modo más apropiado de acceso a la información a través de tecnologías accesibles y de planes de estudios abiertos a la personalización.

Esta estrategia puede ser beneficiosa incluso para los estudiantes más avanzados en la curva del desarrollo. Aunque es posible que a estos estudiantes no se les haya detectado ninguna dificultad de aprendizaje, la presentación multimodal también puede ayudarles. No todos tienen tiempo para sentarse a leer o ganas de procesar materiales escritos. Además, lo cierto es que a muchos alumnos les encanta aprender, pero les desmotiva tener que hacerlo siguiendo un método que no se corresponde con sus preferencias. Presentar los mismos conocimientos de formas diferentes ayuda a los docentes a despertar el interés intelectual de los alumnos.

Una vez más, el diseño accesible demuestra ser un buen diseño, y no solo para ciertos estudiantes, sino para todos.

3. Hablar abiertamente sobre las necesidades de los alumnos

Muchas personas con discapacidades tienen problemas a lo largo de su vida porque no se les diagnostica ninguna discapacidad. Hay aproximadamente un 60 % de adultos estadounidenses con dificultades para el aprendizaje a los que no se les detecta ninguna dificultad o con los que no se trabaja la dificultad que tengan. Si se detectan pronto estos problemas, los colegios pueden poner en marcha iniciativas de accesibilidad transformadoras. Y si se interviene a tiempo ―lo que normalmente sucede en el primer curso de educación primaria―, el 90 % de los alumnos con dificultades de aprendizaje pueden ponerse al mismo nivel que sus compañeros.

Los primeros en detectar las dificultades y las necesidades especiales suelen ser los docentes. Conocer los signos que indican que es necesario hacer un cambio ―por ejemplo, cuando un alumno se estresa con los exámenes o tiene problemas para seguir las instrucciones― permite a los docentes convertirse en unos buenos guías para sus estudiantes. Los administradores, por su parte, pueden comprometerse a escuchar las impresiones de los docentes y a trabajar con los coordinadores de los servicios de discapacidad para cubrir las necesidades de accesibilidad.

Nuevas herramientas basadas en la observación de las familias y docentes como Dide.org pueden mejorar la comunicación permitiendo a los docentes detectar las tendencias en el comportamiento de los alumnos, lo que puede ser un indicador para las necesidades de accesibilidad. Dide.org también favorece la comunicación entre los docentes, el centro educativo y las familias, ya que les da la posibilidad de colaborar en la evaluación y en el proceso de mejora de su educación lo que resulta fundamental para su éxito.

Además de promover que se hable abiertamente del tema, los administradores pueden usar los recursos digitales proporcionados por los expertos en accesibilidad y DUA, que ofrecen pautas de accesibilidad para la web.

4. Evaluar herramientas de accesibilidad para el colegio

Cuando un colegio no cuenta con la ayuda de la tecnología, los administradores y los docentes tienen que invertir tiempo y dinero extra en dar facilidades, como dejar a los alumnos más tiempo para las evaluaciones. Este tipo de estrategias pueden acabar con el presupuesto de los colegios y dificultar la implementación de soluciones de accesibilidad a largo plazo. Pero si los colegios disponen del software adecuado, pueden cumplir con todos los requisitos de adecuaciones y herramientas de apoyo según exige la legislación y llevar un buen control del presupuesto al mismo tiempo.

Para encontrar el mejor software para su escuela, pruebe demos o programas para valorar las herramientas de aprendizaje antes de hacer un gran cambio. En ReadSpeaker ofrecemos un programa de evaluación con el que los coordinadores cualificados pueden acceder a nuestras herramientas de accesibilidad avanzadas que incluyen tecnología TTS.

También existen muchos recursos en línea que proporcionan guías para medir la calidad de las tecnologías de apoyo para el alumnado con necesidades especiales. Por ejemplo, esta guía para los estudiantes de inglés (en inglés) y esta guía para los estudiantes con discapacidades visuales (en inglés) recogen información útil que hay que tener en cuenta a la hora de elegir las herramientas en las que invertir.

Los colegios que quieran comprobar cuán accesibles son los programas en línea y las páginas web de las que dispongan antes de elegir un software, pueden usar herramientas especificas o acudir a profesionales para evaluar la accesibilidad.

5. Obtener información de los alumnos

Implementar las herramientas de accesibilidad adecuadas en los colegios es esencial para que los alumnos con discapacidades o dificultades puedan aprender al mismo ritmo que sus compañeros. No obstante, si solo lleva un seguimiento del promedio de las calificaciones y de las notas de los exámenes, lo más probable es que tenga que esperar hasta el final del trimestre para entender el progreso. Si quiere conseguir unos indicadores más inmediatos para saber si está haciendo lo correcto, puede obtener la información directamente de los alumnos.

Seleccione a unos cuantos alumnos para analizar la eficacia de la tecnología de apoyo o del currículo que quiera poner en marcha. Mediante la observación atenta —y con ayuda de programas para realizar encuestas, como Google Forms, y grabar la pantalla, como Loom,— puede comprobar cómo interactúan los estudiantes con el software que quiera evaluar. De esta manera, podrá determinar si sus iniciativas pueden funcionar y decidir cuáles son las estrategias más adecuadas para mejorar la accesibilidad a la educación.